Sobre Igualdad de Género
La igualdad de género se refiere a la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de mujeres y hombres.
La igualdad, además, es un vehículo para el crecimiento económico de los países. Si bien ha existido un progreso, está lejos de ser óptimo. De acuerdo con el reporte “The Global Gender Gap Report 2017” del World Economic Forum, tomará 170 años cerrar la brecha de género existente.
En 2015, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS) la cual está compuesta por 17 objetivos. El objetivo ODS 5 busca alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas.
En Uruguay existen brechas de género en la participación, remuneración y condiciones laborales. El país se encuentra actualmente (2020) en el lugar #64 del ranking elaborado por el Foro Económico Mundial en cuanto a participación económica y oportunidades para las mujeres 1.
URUGUAY – QUÉ REALIDAD QUEREMOS CAMBIAR:
- Educación: Las mujeres en actividad laboral remunerada poseen mayores niveles educativos que los varones. El 31% de las mujeres tienen una educación terciaria mientras que el 18% de los varones alcanzan este nivel educativo.
- Participación: El 55% de la población de mujeres se encuentra en actividad laboral remunerada, mientras que la población de hombres alcanza el 71%. 2 Las mujeres disminuyen su participación en el mercado laboral remunerado a medida que aumenta la cantidad de menores de 13 años a cargo en el hogar.
- Segmentación del mercado de trabajo: 4 de cada 10 mujeres, se emplean en las tres ramas más feminizadas (enseñanza, servicios sociales y de salud y actividad en el hogar). Un trabajo reciente sobre la estructura productiva uruguaya que distingue 4 estratos de productividad muestra que las mujeres tienden a insertarse en los sectores de menor productividad 3:
- el 15% de las mujeres se emplean en los estratos de productividad alta y media alta
- el 44% % de las mujeres se emplean en el estrato de productividad media baja
- el 41% % de las mujeres se emplean en el estrato de productividad baja
- Brecha salarial: El salario medio mensual de las trabajadoras en Uruguay para 2018 era 25% menor que el de sus pares varones (considerando los/las asalariados/as de organismos públicos y privados y los/las cuentapropistas) 4. Los salarios públicos en general, verifican una brecha favorable a las mujeres, por los mecanismos de acceso a los puestos de trabajo y la regulación de las categorías salariales.5 Si el salario fuera un fiel reflejo de la acumulación de capital humano, las mujeres deberían tener una brecha salarial positiva. La proporción de mujeres que no perciben ingresos propios es superior a la de los varones, independiente de su situación conyugal.
- Techo de cristal: De acuerdo con la Encuesta de Empresas del Banco Mundial (2017)6 solo el 10.6% de las empresas en Uruguay tiene mujeres en altos cargos de decisión. Si se tiene en cuenta el tamaño promedio de la empresa, pequeñas empresas tienen 10.9% de mujeres en puestos gerenciales, comparado a un 11.1% en empresas medianas y un 5.6% en grandes empresas (de 100 o más empleados). La baja representación de las mujeres también se encuentra entre los miembros de directorios de las principales cámaras empresariales del país. De un total de 44 miembros, solo 9 fueron mujeres en 2015.7
- Servicio doméstico e informalidad: Se aprobó en el 2006 la ley Nº18065 sobre Servicio doméstico. Además, Uruguay se convirtió en el 2012 en el primer país del mundo en ratificar el Convenio Nº189 de OIT sobre trabajo decente para trabajadoras y trabajadores domésticos. En particular, el servicio doméstico es el sector de actividad que tiene mayor proporción de informalidad, pero también el que avanzó más en la formalización en los últimos años. Esta informalidad incide directamente en la calidad del empleo femenino ya que la mayoría de quienes desarrollan el trabajo doméstico son mujeres
- Trabajo no remunerado: Datos de la Encuesta de Uso del tiempo 2013 revelan que 2/3 del tiempo de trabajo de las mujeres es dedicado al trabajo no remunerado (65%) y el tercio restante al remunerado (35%). En el caso de los varones, estas proporciones se invierten. Esta situación y la falta de servicios públicos para el cuidado de los dependientes, forma un círculo vicioso que impacta negativamente en la ciudadanía social de las mujeres y en particular en sus derechos económicos.
1 http://www3.weforum.org/docs/WEF_GGGR_2020.pdf
2 Datos de la Encuesta Continua de Hogares 2017. INE.
3 «Aportes para una Estrategia de Desarrollo 2050”, Capítulo 6 –Transformación de las Relaciones de Género, Cuadro 6.1 (p.260).
4 Documento producido por ONU Mujeres y CEPAL a ser publicada en abril de 2020.
5 Mapa de Género del Mercado de Trabajo Uruguayo. CIEDUR 2017.
6 https://www.enterprisesurveys.org/content/dam/enterprisesurveys/documents/country/Uruguay-2017.pdf
7 “El lugar de las mujeres uruguayas en la toma de decisiones”(2016)
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE PROMOVER LA IGUALDAD DE GÉNERO EN LAS ORGANIZACIONES?

Contar con todo el talento de
recursos humanos disponible.

Mejorar la rentabilidad y la
eficiencia de la empresa.

Ser un referente empresarial
alineado a la Agenda de
Desarrollo Sostenible.

Posicionarse como empresa
embajadora en temas
de igualdad de género.

Contribuir a la innovación
y productividad.

Convertirse en una empresa
en la cual los empleados se
sientan a gusto trabajando.
DATOS CONFIRMAN QUE LA IGUALDAD DE GÉNERO ES UN BUEN NEGOCIO

rentabilidad financiera

en ventas

valor de acciones
Estudio McKinsey. Women Matter: A Latin American Perspective, 2013.